La deducibilidad de los gastos es de particular importancia en Malta, ya que la aplicación del mecanismo de devolución de impuestos a los socios implica la distribución de los beneficios gravados a nivel de la empresa. Por ello, es importante que la empresa obtenga beneficios contables disponibles para distribución para garantizar la devolución de los impuestos pagados.
En la determinación de la base imponible está permitido deducir los gastos y cargas que hayan sido utilizados efectiva y exclusivamente en la producción de las rentas de la empresa. No es suficiente con demostrar que un determinado gasto es un gasto de la empresa o que está vinculado a las rentas, sino que es obligatorio demostrar que el gasto fue, de hecho, utilizado en la producción de las rentas.
Por consiguiente, los gastos anteriores al inicio de la actividad o posteriores al cierre de la misma, en general, no son deducibles.
La ley fiscal tiene una serie de reglas específicas que regulan la deducibilidad de los diversos tipos de gastos.
Malta ofrece un régimen fiscal competitivo basado en un sistema único de imputación total en el que los impuestos sobre los beneficios pagados por la empresa que distribuye los dividendos son puestos a disposición del socio como un crédito fiscal, a fin de evitar la doble imposición.
Malta cuenta con una amplia red de convenios de doble imposición que ofrecen condiciones competitivas; asimismo, existen más convenios en fase de negociación/firma/ratificación.
De conformidad con la legislación fiscal de Malta, una empresa registrada en Malta debe asignar sus beneficios distribuibles a 5 cuentas fiscales diferentes, dependiendo de la naturaleza y la fuente de las respectivas rentas. Conozca más sobre las cuentas fiscales en Malta.
Las entidades no residentes podrán disfrutar de exenciones de retención en origen o cualquier otro impuesto sobre dividendos, intereses, cánones, plusvalías, pólizas de seguro a largo plazo y otras rentas de inversión. Conozca más acerca de Pagos a No Residentes en Malta.